A propósito de las celebraciones por el aniversario 52 de la Fiscalía General de la República, que se cumplirá el próximo 23 de diciembre, varios de nuestros fiscales y trabajadores recibirán el sello por años de servicio. Uno de ellos, Fernando Rodríguez Infante, Fiscal Jefe del Departamento de Auditoría, será reconocido por cumplir 40 años de quehacer ininterrumpido en el órgano. A propósito, Fernando nos comenta qué ha significado para él ser parte de nuestra gran familia:
«Si me piden un resumen de lo que ha significado la Fiscalía General de la República para mí, expreso con todo orgullo que, comencé a trabajar en la Fiscalía por solicitud propia, buscando, sobre todo, un desarrollo técnico profesional superior, lo que desde el primer momento encontré, al incursionar en todas las esferas del Derecho que realizaban los órganos municipales, aunque el proceso penal acaparó mi atención con más fuerza.
Desde el comienzo participé en eventos científicos y actividades que me hicieron acumular conocimientos y experiencia, así como, el desempeño profesional me obligó a la preparación y capacitación, utilizando las escasas fuentes bibliográficas existentes en ese momento, pero de contenido académico profundo, por la calidad y sapiencia de sus autores.
Luego llegaron las tareas de dirección, como Fiscal jefe municipal, Fiscal jefe de departamento de Procesos Penales, vicefiscal jefe y Fiscal jefe provincial en dos territorios del país, hasta llegar a fiscal jefe de la dirección de Cuadros y Capacitación, donde permanecí por más de catorce años y hoy me desempeño como fiscal jefe del departamento independiente de Auditoría Interna.
La Fiscalía General de la República ha sido una escuela para la vida y la profesión, ha creado en nosotros un gran nivel de compromiso y fidelidad, a una institución que es ejemplo de orden, disciplina, ética y lealtad a la Revolución.
La Fiscalía ha sido el sentido enorme de nuestras vidas, la hemos disfrutado, aún con carencias y dificultades, pero hemos sido parte activa de esa gran familia que es, donde el problema de uno se convierte en el problema de todos.
La Fiscalía es nuestra casa, donde hemos crecido y desarrollado las convicciones y la conciencia de respeto a la Ley, sin creer que somos perfectos, porque ante todo somos humanos.
Diré lo que todos los que aman está digna profesión dicen; si volviera a nacer sería Fiscal nuevamente, para mí es una satisfacción y privilegio, cumplir con el sagrado deber de defender a Cuba, desde esta honrosa trinchera».
