Autor
Enrique Valdés, periodista de la Fiscalía General de la República
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En este artículo:
responsabilidad parental, Código de las Familias, violencia, maltrato
responsabilidad parental

El tema de la responsabilidad parental es uno de los más manipulados por los medios de desinformación masiva al servicio de los enemigos de la Revolución.
 Una y otra vez tratan de implantar patrones ajenos al espíritu del proyecto del Código de las Familias y para eso tergiversan, mienten, desvirtúan conceptos. El mejor antídoto contra esta “enfermedad”: El pleno conocimiento de la normativa propuesta.
 Para contribuir a esa educación jurídica tan necesaria, el programa Familias, trasmitido este martes en la noche por el canal Cubavisión, nos acercó, de manera descarnada, a este importante tema.
 Luisa es una joven madre que después de su divorció regresó a su hogar natal con un pequeño de nueve años de edad. Como es lógico el muchacho comenzó a relacionarse con otros del barrio hasta que un día la madre lo encuentra en el piso y golpeado.
 Yunior, el golpeador, se caracterizaba en la zona por su violencia y agresividad, razón por la cual Luisa, después de quejarse ante la familia de este, decidió apartar a su hijo de esa compañía.
 Sin embargo, madre al fin y como los problemas de niños entre niños se quedan, accedió a la reanudación de esas relaciones hasta que nuevamente el pequeño regresó pálido y asustado.
 Enseguida pensé que lo habían golpeado de nuevo, dijo, pero en esta ocasión el problema era más grave: Yunior estaba amarrado al pie de la cama y desde hacía días no asistía a la escuela. La abuela trató de justificar la ausencia con una supuesta enfermedad, pero ante la evidencia no tuvo más opción que admitirlo.
 Luisa contó además que la madre amenazaba a Yunior con agua caliente y eso le hizo preguntase  ¿por qué no se hace algo para que esto no ocurra? Entonces comprendí de donde vienen los accesos de ira y de violencia manifiesta, su propia madre los genera.”
 La historia del programa es desgarradora. ¿Cómo crecerá un niño sometido a estos maltratos? ¿Podrá tener un desarrollo normal? ¿Podrá algún día materializar sus sueños? ¿Acaso el Código de las Familias que se propone tendrá la posibilidad de salvaguardar esos intereses y sueños?
La Dra. C.  Patricia Arés Muzio, conductora del citado programa, aseguró que aunque nadie se atreve a cuestionar el amor que la mayoría de los padres- para no ser absolutos- profesa por sus hijos, eso no significa que todos estén preparados para cumplir con su responsabilidad de dar afecto, cuidar, educar, y proteger. La autoridad, subrayó la prestigiosa psicóloga,  no puede ejercerse de manera nociva.
El tema abre algunas interrogantes: ¿Cuántas historias de vida como la de nuestro Yunior ocurren a diario? ¿Cuántos de nosotros conocemos de algún que otro caso similar? Sirva este ejemplo como paradigma para acercarnos a las principales aristas de la Responsabilidad Parental.
 A diferencia de afirmaciones tendenciosas ajenas al espíritu de la normativa, la Responsabilidad Parental no estipula ni defiende nunca  que el estado será el dueño de los hijos, todo lo contrario, apuesta por la posibilidad de que los padres de manera efectiva lleven a cabo una crianza en positivo y siempre bajo el presupuesto de que los niños, como personas, son sujetos y no objetos de Derecho.
Este es un presupuesto nacido de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la que Cuba es parte, y por tanto la legislación cubana está obligada a reflejarlo de esa manera, pues en su amplia concepción la Responsabilidad Parental es un término más inclusivo que además amplia los derechos y deberes de los padres para con los hijos y viceversa.
Al abordar el asunto, la Dra. C.  Aurora García Morey, profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, señaló que la Responsabilidad Parental consiste en los derechos y deberes que tienen los padres para con los hijos, de cuidarlos, protegerlos, darles bienestar material y espiritual  y velar por su adecuado desarrollo.
 Esos son derechos, abundó, reconocidos por la legislación cubana. No obstante, apuntó, este derecho sobre sus hijos termina en el punto donde comienza el maltrato.  En tal sentido, la Profesora Titular explicó la necesidad de preservar la capacidad progresiva del menor para tener derecho y hablar, e incluso testificar y expresar cuáles son sus sentimientos, preocupaciones, dolores,  sueños y aspiraciones.
 Es ahí precisamente, argumentó, donde entran los equipos auxiliares de los tribunales que evalúan al menor desde aspectos multidisciplinarios y dan después su dictamen al juez, quien a la hora de adoptar una decisión tiene ese criterio en cuenta.
 Más adelante la  Dra. C.  Ana María Álvarez-Tabio Albo , profesora titular de Derecho de Familia de la Universidad de La Habana, hizo referencia a cómo en casos como los narrados en los cuales exista una relación disfuncional, padres violentos, madres desentendidas de la educación del menor, la legislación vigente permite interesar la privación de la patria potestad.
 Existen también, acotó, aquellos otros casos en los cuales los padres salen de misión al extranjero y dejan a  los hijos con sus familiares sin ningún nombramiento legal, lo que no le permite a esa persona hacer valer de manera efectiva la designación ni le da la posibilidad al  Estado, como autoridad, para que observe si realmente esa custodia se cumple con la coherencia debida.
 Con el nuevo Código de las Familias se introduce explícitamente esa posibilidad de delegar parcelas de la responsabilidad parental, ojo, aclara la especialista, nunca la delegación de la titularidad a favor de estos parientes. Así se construye el estatuto jurídico de estas madres y padres afines presentes en la vida en plano de colaboración, con los padres biológicos.
 Otros de los aspectos derivados de la Responsabilidad Parental a la luz del nuevo proyecto  es  la opción de compartir la guardia y cuidado, algo no posible en el Código vigente que,  en caso de discordia, suele pronunciarse, a partir del espíritu de su letra, favor de la madre.  
En las palabras finales del importante programa, Arés Muzio enfatizó en el precepto de que  los problemas  familiares no se resuelven solo con un nuevo orden jurídico, aunque este marque  un buen comienzo, debemos despojarnos, aseguró, de la creencia de la parte punitiva siempre del derecho sin atender a su función educativa y protectora.
 Junto al nuevo Código de las Familia, declaró,  se impone seguir incrementando políticas sociales de atención a la vulnerabilidad y fortalecer la educación y orientación familiar desde todos los dispositivos de ayuda, los medios de comunicación y las instituciones sociales.
Las actuales realidades familiares, concluyó, invitan a repensar nuevas formas de amar, por encima de egoísmos y aspiraciones materiales, un amor altruista que sostenga y resguarde las lealtades intergeneracionales  que sume afectos, que no suplante o excluya,  que acepte las diferencias y sea  capaz de permitir que el otro crezca.

Visite también: Sección Código de la Familias

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Asseneth dijo:

La responsabilidad parental para con nuestros hijos es una obligación sagrada. Cumplirla debidamente garantiza hijos que disfrutan derechos plenamente.