Autor
Enrique Valdés, periodista de la Fiscalía General de la República
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En este artículo:
Peter Pan, Código de las Familias, contrarrevolución, iglesia católica
Operación Peter Pan

Entre las burdas mentiras contra el Código de las Familias difundidas una y otra vez en las redes sociales por los mal llamados medios de prensa independientes, resalta una que no por su falta de originalidad deja de ser perversa: La relacionada con la pérdida de la patria potestad.

 Los “tanques pensantes” de la contrarrevolución, en su afán de satanizar la normativa, han echado mano a un viejo proyecto que por los inicios de la década de los sesenta les dio un siniestro resultado: La Operación Peter Pan.

 Para quienes no dominan los aspectos esenciales, ese criminal proyecto, aupado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y grupos de la iglesia católica, permitió la salida clandestina de más de 14 mil niños solos hacia Norteamérica y España. 

Por aquel entonces el Gobierno de los Estados Unidos había recrudecido su guerra económica, comercial y financiera contra la Isla y pretendía derrocar la Revolución por cualquier vía. Las mentiras sobre la pretendida intención de quitarle la patria potestad a los padres para adoctrinar a sus hijos en la ideología comunista o mandarlos hacia la entonces Unión Soviética, calaron en los sectores más pudientes de la sociedad quienes, engañados por la mentira del imperio y sectores de la iglesia católica, entregaron a sus hijos y muchos de ellos jamás los volvieron a ver.

 Esa fue la verdad histórica. Ahí están los libros de historia, la prensa de la época, las declaraciones de esos mismos niños que tanto en territorio norteamericano como español sufrieron múltiples vejaciones, y soportaron hasta abusos sexuales.

 Cualquier parecido con los acontecimientos actuales no son pura coincidencia, sino un remake o saga de aquel criminal engendro.

 El ataque que los medios de desinformación masiva al servicio del imperio realizan contra el Código de las Familias cubano que se someterá a referendo popular el próximo domingo no difiere mucho de aquel contexto y sigue la misma línea de mensaje desplegado por el proyecto Peter Pan.

 Sin embargo, quienes sin seguir a ciegas los falsos argumentos se adentren en el intríngulis del Código comprenderán que este busca el bienestar de los niños, que la adopción del término responsabilidad parental es más inclusivo y justo que el de la patria potestad vigente todavía y que la posibilidad de la autonomía progresiva para el desarrollo de los menores y adolescentes, lejos de restar autoridad fortalece el rol de la familia en la educación de los hijos.

 Muchos son los motivos que impulsan abrazar este Código. Desmontar la campaña enemiga, financiada por los centros de poder del imperio, contribuirá a una decisión más acorde a los principios defendidos por el proceso revolucionario y fortalecerá también la unidad entre los cubanos, esa que quieren romper a toda costa.

 El voto es secreto. La decisión es suya, pero para poder ejercer su derecho al sufragio de manera responsable es necesario que conozca la nobleza de esta norma. La invitación es a leérsela a fondo, a profundizar en todos y cada uno de los derechos que refrenda y después, con conocimiento de causa, sin deformaciones, medias verdades, o burda manipulación, ejercer su derecho al voto a tono con su conciencia.

 Los padres de la abominable operación Peter Pan no podrán enlutar en esta ocasión a la familia cubana.

 

 

 

 

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Fernando Rodríguez dijo:

Debían sentir vergüenza los promotores de la operación Peter Pan, los de antes y los de ahora, por su carácter inhumano y perverso, por eso #YoVotoSi y vote si, no hay dudas, no voy a ser cómplice del odio y la maldad. #CodigoSi