Por: Miguel Angel García Alzugaray
No me canso de decir
Que alabar a la mujer,
Grata tarea es.
Que trato hoy de emprender.
Palabras y versos no bastan.
Para en su honor componer
El poema que mi pluma
Les desea ofrecer.
De un cofre de nácar extraigo
Un rayo plateado de luna,
Y de un libro encantado
Una canción de cuna.
Con tales ingredientes
Y una lágrima de amor,
Me anima el sortilegio
Y escribo sin temor.
No hay tesoros en la tierra
Que se puedan comparar,
Con un beso de tus labios
Y tu mágico mirar.