
La experiencia práctica de los últimos 60 años sobre el accionar de los sucesivos gobiernos yanquis, las maquinaciones de los grupos de poder en ese país y las sanciones como método de presión, demuestra que en definitiva la política de agresión y bloqueo contra Cuba se aplica con raseros diferentes, en dependencia de los intereses coyunturales de las élites involucradas, pero que su objetivo estratégico siempre es el mismo: derrocar a la Revolución cubana cueste lo que cueste.
Desde 1959, Washington consideró que el proceso revolucionario cubano podría socavar los cimientos de su poder en la región, por lo que tomó diversas medidas para eliminar dicha amenaza, entre ellas el genocida bloqueo económico, financiero y comercial contra nuestro pueblo.
Legalmente el bloqueo a Cuba comenzó en 1962, con la proclama 3447 del entonces mandatario John F. Kennedy, el núcleo de la política hostil contra la isla lo conforman varias leyes, como las de Comercio con el Enemigo, la Torricelli y Helms-Burton, que solo el Congreso estadounidense puede eliminar.
No obstante, deseamos destacar que otra importante normativa de este tenebroso arsenal injerencista que a veces se pasa por alto es la llamada “Ley de Asistencia Extranjera”, cuya proyección y base ideológica es descarnadamente neocolonialista y anticomunista. Este cuerpo legal entre otros objetivos imperialistas, tuvo los de legalizar la falacia de que el bloqueo a Cuba no era más que un simple embargo, así como la de crear la USAID, la poderosa agencia estadounidense para la subversión.
La asistencia como arma para chantajear y dominar el mundo
La Ley de Asistencia Exterior (ley para promover la política exterior, la seguridad y el bienestar general de los Estados Unidos al ayudar a los pueblos del mundo en sus esfuerzos hacia el desarrollo económico y social y la seguridad interna y externa, y para otros fines), Pub.L. 87-195 , 75 Stat. 424-2, promulgada el 4 de septiembre de 1961, 22 USC § 2151 et seq) Es una Ley del Congreso de los Estados Unidos. Fue presentada para su debate en el Senado como S. 1983 por James W. Fulbright ( D -AR ),el 26 de mayo de 1961.
Desde el punto de vista formal la Ley reorganizó la estructura de los programas de asistencia exterior estadounidenses existentes, distinguiendo entre ayuda militar y no militar, y creó una nueva agencia, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para administrar programas de asistencia económica no militar.
El presidente John F. Kennedy firmó la Ley el 3 de noviembre de 1961 y emitió la Orden Ejecutiva 10973, que detalla la mencionada reorganización.
(Continuará…)