
De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, en el mundo los niños sufren formas insidiosas de violencia, explotación y abuso y cientos de millones de niñas se han visto sometidas al matrimonio infantil y la mutilación genital femenina, a pesar de que ambas prácticas son reconocidas internacionalmente como violaciones de los derechos humanos.
En Cuba los niños y niñas son especialmente protegidos por el Estado revolucionario que garantiza que todos los infantes tengan derecho a vivir, desarrollarse y alcanzar su máximo potencial en la vida, lo que incluye el derecho a una alimentación y alojamientos adecuados, al agua potable, la educación, la atención sanitaria, al juego y el descanso, a actividades culturales y a información sobre sus potestades.
Con la puesta en vigor del nuevo Código de las Familias se refuerza la igualdad y no discriminación, según el artículo tres, que fortalece también el interés superior de niñas, niños y adolescentes con principios de pluralidad, responsabilidad individual y compartida, solidaridad y búsqueda de la felicidad.
El artículo cuatro de ese documento deja claro que ese grupo de personas debe crecer en un entorno familiar de felicidad, amor y comprensión, en una vida familiar libre de discriminación y violencia en cualquiera de sus manifestaciones, en armónica y estrecha comunicación familiar entre las abuelas, abuelos y otros parientes.
Con la aprobación del Código de las Familias, desde el hogar somos responsables de asegurar a las niñas, los niños y adolescentes el disfrute pleno y el ejercicio efectivo de sus derechos a ser escuchados, de acuerdo con su capacidad y autonomía progresiva, y a que su opinión sea tenida en cuenta en la participación en la toma de las decisiones familiares que atañen a sus intereses.
Ellos no pueden ser separados de sus madres, padres y familia, salvo que las autoridades competentes lo determinen en circunstancias especiales, conforme a la ley y los procedimientos establecidos y en todo momento en atención a su interés superior y a los principios de necesidad, excepcionalidad y temporalidad, acorde a la ley aprobada por la mayoría de los cubanos.
Cuba en Revolución defiende la protección de la población más joven con el derecho a un programa de vacunación gratuita, que los protege de varias enfermedades, unido al apoyo permanente de instituciones sociales y gubernamentales que propician hermosos proyectos como el programa Educa a tu Hijo y el de los Círculos Infantiles.
La baja mortalidad infantil nacional, en correspondencia con la de países desarrollados, constituye un ejemplo de los esfuerzos del Estado por amparar a la más joven generación, aun en complejas condiciones económicas para la nación.
Propiciar calidad de vida y bienestar para nuestros hijos es una responsabilidad de todos, quienes vulneren sus derechos serán severamente sancionados de acuerdo a nuestras leyes refrendadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular de acuerdo a la voluntad del propio pueblo.