Autor
Edward Roberts Campbell, fiscal jefe de la Dirección de Enfrentamiento a la Corrupción e Ilegalidades de la Fiscalía General de la República
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En este artículo:
Cuba, Fiscalía, terrorismo, delito, Justicia
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El 6 de octubre se instituyó en Cuba como el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, en recordación de las 73 personas que fallecieron como consecuencia de la voladura, en pleno vuelo, de un avión de Cubana de Aviación que cubría el itinerario Guyana-Cuba, con escalas en Trinidad y Tobago, Barbados y Jamaica.

Investigaciones practicadas en Trinidad y Tobago, Barbados y Venezuela permitieron identificar, con inmediatez, a sus ejecutores, los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo; a sus organizadores, los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch. También demostró sus estrechos vínculos con la CIA y los servicios prestados a esta, lo que admitieron en el proceso investigativo y públicamente.

De igual modo, las investigaciones aportaron elementos probatorios de la participación de estos sujetos y de otros de similar formación, en actos terroristas cometidos en varios países.

El proceso judicial fue demorado y tortuoso. Finalmente, Posada Carriles logró ¨huir¨ de la cárcel. Orlando Bosch cumplió 10 años de prisión en Venezuela por este crimen. Ambos ingresaron a EE UU y, mediante ardides y el apoyo de organizaciones terroristas, ¨burlaron¨ el sistema judicial y vivieron en territorio estadounidense, sin ser juzgados, ni sentenciados por este y por otros actos terroristas.

En la década del 90 del pasado siglo, estimulados por la impunidad y el apoyo que recibían, organizaciones terroristas, fundamentalmente radicadas en el sur de la Florida, fraguaron varios actos de esta naturaleza contra Cuba. Una ola de atentados afectó instalaciones turísticas en el país.

Para neutralizar estos actos, jóvenes cubanos penetraron sus estructuras, monitorearon e informaron de sus planes, lo que permitió evitar hechos violentos con sus posibles consecuencias para la vida de las personas y daños a los bienes.

Las autoridades cubanas, informaron de estos planes a sus homólogos estadounidenses. Los luchadores antiterroristas fueron detenidos, procesados y severamente sancionados. Hasta el momento, en EE UU, no ha existido proceso judicial respecto a los organizadores y ejecutores de los actos terroristas contra Cuba.

Se conoce del proceso seguido contra los cinco héroes de Cuba, de los múltiples recursos interpuestos por la defensa, de las movilizaciones del pueblo de Cuba y la amplia campaña internacional por su liberación. Pero en relación a la postura de EE UU respecto al terrorismo, es conveniente recordar que René González Sehwerert, después de cumplir la pena de prisión, debía permanecer en territorio de EE UU bajo libertad supervisada.

En una sentencia, la jueza dispuso que René, en ese período, no podía asociarse ¨… con individuos o grupos terroristas, o con miembros de organizaciones que promueven la violencia…¨Tampoco podía ¨… acercarse o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos terroristas…¨.

Altos funcionarios del gobierno de EE UU también han identificado la naturaleza terrorista de estas personas. En 1987, el Departamento de Estado rechazó una solicitud de visa de Orlando Bosch ¨… a causa de su pasado criminal y su implicación en terrorismo…¨. Posteriormente lo declaran excluible porque ¨… se trata de un ciudadano extranjero que aboga o enseña o ha sido miembro de una organización que aboga o enseña el deber, la necesidad o la conveniencia de asaltar o matar a oficiales de cualquier gobierno organizado…¨.

El Fiscal General y el Fiscal General Adjunto de EE UU en esa época, lo catalogaron como ¨… terrorista sin arrepentimiento…¨y ¨… amenaza para la Seguridad Nacional…¨.

Posada Carriles fue considerado el terrorista más connotado de este hemisferio. Un directivo del Archivo de Seguridad Nacional de EE UU dijo que era ¨… un terrorista internacional de primera…¨. En 1998, en entrevista concedida a The New York Times, Posada Carriles admitió haber organizado los atentados con bombas en hoteles de La Habana, lo que confirmaba las informaciones trasladadas por Cuba a las autoridades norteamericanas.

La posición asumida por estos representantes del gobierno de EE UU se mantiene en la actualidad. Reconocen, admiten que en su territorio operan, se preparan, organizan acciones, personas y organizaciones que son terroristas, pero no actúan contra ellos. Las personas y grupos con los que Posada Carriles y Orlando Bosch se relacionaron, los que los apoyaron material y financieramente permanecen en EE UU y persisten en sus planes.

En múltiples investigaciones y procesos judiciales tramitados en Cuba contra ejecutores de actos terroristas se mencionan las organizaciones y las personas involucradas en estos planes. Cuba continúa brindando información, por los canales establecidos a las autoridades de ese país. Son varias las denuncias públicas realizadas y persiste la inacción y la impunidad.

Patrocinar, permitir la actuación de grupos que, por medio de la violencia, pretendan cambiar el sistema económico, político y social de un país es terrorismo de Estado.

Cuba no es patrocinador del terrorismo, no permite que, desde su territorio se preparen actos de esta naturaleza. Su inclusión en la lista de países patrocinadores de terrorismo es infundada. EE UU ha permitido y apoyado los actos terroristas contra Cuba, que han dejado una secuela de 3 478 fallecidos y 2 099 lesionados, además de cuantiosos daños materiales.

Expresemos nuestro homenaje a las víctimas de los actos terroristas cometidos contra Cuba,  nuestro respeto y solidaridad para sus familiares, reiteremos nuestra denuncia al gobierno de EE UU por su política de terrorismo de Estado y exijamos la exclusión de Cuba de la infundada lista de países patrocinadores del terrorismo.

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