
La fortaleza de carácter es tal vez un distintivo que va a tono con su función de fiscal, esa que formó, firme como el acero, desde su llegada, hace cuatro décadas a la Fiscalía Municipal de Manatí, donde inició en el año 1986, en tareas administrativas, que fueron la apertura de una formación que le permitió convertirse en fiscal, labor que desempeña no solo con orgullo, sino con responsabilidad y pasión.
Graduada en Derecho, en la Universidad de Las Tunas en el año 2010, fecha desde la cual comenzó a ejercer como fiscal.
Ha transitado por diversos cargos de dirección, hasta llegar a ser en 2018 la Fiscal jefa Provincial, hasta la actualidad. Su exigencia está siempre presente para lograr resultados, pero su empatía y sensibilidad la colocan en el centro del equipo de la fiscalía tunera. Juntos han sorteado obstáculos para vencer dificultades y cumplir metas que la han hecho merecedora de la Medalla Jesús Menéndez, en el 2023 y el sello 50 Aniversario de la Fiscalía, como premio a su esfuerzo y a los resultados logrados.
La sensibilidad y el humanismo, sobresalen en esta cubana incansable que dedica todo su tiempo al cumplimiento de las misiones institucionales; no conoce el cansancio y su mayor placer es la consagración al deber, aunque no descuida la atención a sus hijos, valiosos jóvenes a quienes formó como profesionales junto al resto de la familia, que siempre la han acompañado y apoyado es esta ardua tarea.
La propia función fiscal la lleva a sostener vínculos con otras instituciones y organizaciones, las que la reconocen por su aporte y acompañamiento certero en disímiles tareas, no pocas complejas.
Su compromiso con la FMC ha sido una constante, sintiéndose parte de la misma y llegando a integrar el Secretariado Municipal y Provincial. Por su aporte decisivo en tareas de impacto como las del Plan de Adelanto de la Mujer, le han hecho merecedora de la Distinción 23 de Agosto y recientemente, de la Orden Ana Betancourt, lo que resulta para ella un alto deber con la Revolución y la Fiscalía, pues es su manera de retribuir todo lo que el órgano ha aportado a su formación y preparación.
Por difíciles que sean las circunstancias, siempre encuentra el espacio para compartir con quienes la rodean, tanto en esa casa grande que es la Fiscalía, como en su espacio familiar, junto a todos siempre conversa, intercambia, sonríe y hace de cada día una jornada agradable, como si tuviese la dicha de endulzar con la miel de la mujer cubana cada espacio que comparte.