
“Era muy joven. Tenía 21 años cuando recién graduado de la carrera de Derecho en la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, ingresé, en 1980, en la Fiscalía”, refiere el Fiscal Osvaldo Fidel Rivero Almarales.
“Desde pequeño jugaba ser agente de orden público o investigador, de ahí mi inclinación por este trabajo que exige de mucho sacrificio y preparación constante.
“Actualmente soy el fiscal que dictamina los procesos en curso de instrucción penal, junto con la policía y los tribunales en la Fiscalía Granma; además diagnostico asuntos relacionados con cuestiones internas de la entidad y su dependencia, junto al equipo de trabajo que compone el jurídico, el comunicador y el psicólogo”, señala el también Máster en Derecho Penal, quien ha sido Vanguardia Nacional en seis ocasiones.
“Participé en procesos penales de droga, homicidios, malversación y robo, casos en el que tuve que tomar decisiones difíciles por la complejidad jurídico penal según la tipicidad delictiva y los comisores a quienes recaía la sanción, incluso tuve que imponer, en ocasiones, las más severas de acuerdo a nuestro Código Penal”, recuerda Rivero Almarales, quien también fue profesor de la Universidad de Oriente, en materias penales.
“Mi madre era maestra de profesión, de ahí el vínculo a la docencia, por lo que muchos de mis colegas hoy fueron alumnos míos; hay quienes todavía me dicen profe y es un orgullo ver la obra pedagógica reflejada en los buenos profesionales del derecho que formé, en el noble oficio de educar, subraya El viejo, como cariñosamente le llaman sus compañeros de trabajo.
“Me dicen así porque llevo más de 50 años aquí; no solo por los números que suma el almanaque en edad y años de servicios, sino por la experiencia y los conocimientos adquiridos en mis largas horas de estudios y postgrados, ejemplo, el de criminalísticas e investigación, en la antigua URSS.
“Aunque aprendo todos los días algo nuevo con las nuevas generaciones que integra la gran familia de fiscales, les sugiero a los iniciantes la constante superación, el buen compartimiento cívico y ético, además de ser fieles veladores por la legalidad, las normas y leyes que rigen nuestra sociedad”, aconseja Osvaldo Fidel, quien obtuvo dos medallas en el 2005 por enfrentamiento a las drogas y a la contrarrevolución, respectivamente, otorgadas por el Consejo de Estado.
Al término del diálogo interactivo y dinámico, mi entrevistado exhorta a aquellos futuros profesionales del derecho que están en formación vocacional y decidan ser fiscales, que ante todo se deben tener valores como sentido de lo justo y humano, con sensibilidad e imparcialidad.