En la casa se sentía el aroma del café recién colado, el pequeño nieto aún dormía. Entonces él entró y, como cuchillo entrando en la mantequilla, seccionó el cuello de Irma, la madre de su hijo, su mujer por más de 30 años, quien, sumida en un matrimonio abusivo, agredida verbal y físicamente (sin nunca denunciarlo), hacía dos días que había decidido romper la relación.
Por suerte, la llegada de su nuera en ese momento evitó que la ultimara y con la oportuna atención médica perdió las cuerdas vocales, pero no la vida.
Con tantas leyes y oportunidades surgidas en pos del bienestar de la mujer en Cuba parece casi inadmisible que existan manifestaciones contra ellas, pero el arraigo de concepciones machistas conduce a conductas negativas, que a veces se naturalizan e invisibilizan.
Tan viejo y enraizado es el patriarcado que 200 a.C Marco Poncio Cantón consideraba que “(...) el marido es el juez de su mujer, su poder no tiene límites, puede lo que quiere. Si ella ha cometido alguna falta la castiga, si ha bebido vino la condena, si ha tenido comercio carnal con otro hombre, la mata”. En la Biblia Dios sitúa a Eva bajo la autoridad de Adán y San Pablo pedía a las cristianas que obedecieran a sus maridos. De forma análoga, el hinduismo sostiene que una mujer virtuosa debe adorar a su marido y el poder de su virtud servirá de protección a ambos.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública o en la privada” y la Recomendación General No. 19 (1992) afirma, que la violencia contra las mujeres es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos.
Violencia en contexto
En lo que va de año en la provincia de Holguín las mujeres que resultaron víctimas de violencia y lo dieron a conocer fue por delitos como abusos lascivos, amenazas, coacción, lesiones, ultraje sexual, violación de domicilio, y otros.
Aunque las amenazas encabezan esa lista por la cantidad de hechos, todos resultan preocupantes, más aún los asesinatos. “De los asesinatos y asesinatos en tentativa, en el 60 por ciento se propinó la muerte. En la caracterización de estos sucesos se incluye que en el 87 por ciento se trató de parejas o exparejas, en el 80 por ciento usaron armas blancas, y la mayoría muestran historiales de violencia.
Varios municipios han tenido hechos de este tipo, pero la mayor incidencia la tiene Holguín”, explicó Lisset Díaz Obregón, fiscal jefa de Departamento de Información y Análisis en la Fiscalía provincial.
¿Qué sucede con los agresores?
“La Fiscalía mantiene una política penal de severidad al conocer de hechos de esta naturaleza, imponiendo medidas cautelares de prisión provisional, asegurando así a los imputados. El tratarse de un hecho de violencia de género es una agravante. Las sanciones están entre los 20 años de privación de libertad y privación perpetua de libertad”, aclaró Yamisel Hernández Rodríguez, fiscal jefa de grupo del Departamento de Procesos Penales.
Estos casos suelen tener múltiples fibras de tristeza. Los menores que pierden a su madre es una de ellas. “Como parte de nuestro seguimiento se controlan a las menores víctimas huérfanos. Para la protección de los mismos damos cuenta a la Dirección Municipal de Trabajo y al Grupo de Prevención para que sea aprobada prestación monetaria de ser necesaria, después de realizarse el estudio socioeconómico correspondiente.
Se señala apoyar en la realización de trámites para la legalización y adjudicación de inmuebles, si los hay, en aras de proteger los derechos del niño”, aclaró Adriana Aventín Rodríguez, fiscal provincial de Protección a la Familia y Asuntos Jurisdiccionales.
La FMC con sus Casas de Orientación a la Mujer y las Familias y su razón de ser juega un papel importante en este tópico, por eso conversamos con Elizabeth Martínez Quintero, secretaria de la FMC en la provincia.
“A partir de la estrategia de fortalecimiento del trabajo como seguimiento a las 17 proyecciones y objetivos aprobados en los congresos de nuestra organización rediseñamos la atención a la violencia.
“De manera diferenciada controlamos la vinculación a 197 comunidades identificadas como priorizadas para la labor preventiva. Con intencionalidad, varios municipios crearon Casas Taller en barrios con incidencia. Se continúa promoviendo el Día Naranja (el 25 de cada mes), la realización de acciones de capacitación y prevención en temas vinculados a la violencia.
“En la provincia funcionan consejerías en los 14 municipios, integradas por 91 especialistas, entre ellos psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras, médicos/enfermeras/logopeda, trabajadores sociales, maestros, profesores de la Universidad, juristas, oficiales del Minint, especialistas de Promoción de Salud, fiscales, especialista del Tribunal, entre otros”, expuso.
La Dra.C. Leidiedis Góngora Cruz, profesora de la Universidad de Holguín e investigadora del tema, cree que el estudio de la violencia sobre la mujer es la expresión de desigualdades de género.
“Constituye una problemática social que requiere atención para poder brindar apoyo y proteger a las mujeres violentadas. Es un desafío para los cientistas sociales y en general para todos eliminar las expresiones de violencia que lastran nuestra sociedad.
“Si bien en los últimos años los estudios sobre la mujer se han enfocado desde diferentes perspectivas en las Ciencias Sociales: unos resaltan el papel de las féminas y autonomía alcanzada a partir de 1959; otros se enfocan a partir de las problemáticas que tenemos como expresión de constituir una sociedad marcada por una cultura patriarcal, la violencia de género constituye uno de los temas a priorizar en las investigaciones.
La mujer cubana, en los espacios privados, públicos y laborales sufre tensiones de diversas índoles a partir del contexto que estamos viviendo”, agregó. Josefa y Carlos llevaban varios meses separados. Habían puesto fin a su unión de una década y ya él tenía una nueva pareja. Todo iba bien hasta que ella estaba de acuerdo con eso, la velaba, le hacía escándalos en el trabajo y el barrio, hasta que decidió matarla. Una noche, serciorándose que estuviera con su nueva relación en la casa, entró sigilosamente ... y con un cuchillo que llevaba para ese fin, le asestó varias puñaladas a ella por órganos importantes, hasta causarle la muerte. Al hombre sólo lo hirió.
La Constitución de la República (artículos del 41 al 43 y 85), el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (Decreto Presidencial 198 del 8 de marzo de 2021), la Convención de Todas las Formas de Discriminación contra la mujer, Código de las Familias, Código Penal y Ley del Proceso Penal, entre otros, son normas jurídicas que protegen en Cuba a la mujer víctima de violencia de género o en el escenario familiar.
Existen protocolos de actuación en los órganos u organismos más vinculados al enfrentamiento y solución de los casos de violencia de género, la PNR, la FGR, el Tribunal Supremo Popular, el Ministerio de Justicia, Salud Pública, Educación, Educación Superior y la FMC, entre los más significativos. Las víctimas de violencia de género pueden acudir en busca de protección legal adecuada a estas instancias.
Las mujeres constituyen la mayor parte de la fuerza técnica y científica del país, son mayoría entre los jueces profesionales y fiscales, constituyen fuerza laboral significativa en diferentes sectores. Cuba es de los países con mayor presencia femenina en la Asamblea Nacional. Para no empañar estos avances, no podemos dejar de luchar por la eliminación de flagelos que atentan contra su integridad. Ninguna “se busca” ser agredida, como suelen decir los victimarios. Debemos eliminar este delito por la gravedad de sus consecuencias para las víctimas, pero también para sus familias, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
